Esta casa Ecológica está hecha para soportar condiciones extremas
Al pie de la cordillera de los Andes en, Mendoza, Argentina, un estudio de arquitectura proyectó una vivienda que resiste sismos y climas extremos. Para construir la vivienda se utilizó el método natural de Bioconstrucción.
La propuesta desarrollada por el estudio de Bioarquitectura “Hombre de Barro” de Villa General Belgrano, que comparten Ignacio Serrallonga y Christian Lico, fue pensada íntegramente con la utilización de componentes que tuvieran la menor huella de carbono posible y que pudieran cumplir con las solicitaciones sismo-resistentes requeridas en una región con importante actividad, tal como lo es el valle de Uspallata, en Mendoza.
Un dato relevante es que durante la primera etapa de construcción, la estructura soportó con éxito un fuerte sismo de 6.5º Richter sin registrar incidencias.
La vivienda se construyó entre enero de 2016 y agosto de 2018, sobre una superficie total de 127 metros cuadrados.
“Como inspiración se tomaron elementos de la representación artística de la cultura originaria, de hace más de seis mil años, así como también imágenes del Cerro Tunduqueral, Mendoza. La geoforma del cerro alimentó la génesis de la propuesta, desde lo funcional a lo perceptual”, explican los promotores de la obra.
Por otro lado, se consideró el clima de esa región, que presenta días de gran amplitud térmica y temperaturas invernales que superan los 15° bajo cero o días de viento zonda que superan los 40° en verano y el otoño.
Proceso constructivo
La estructura consiste en un esqueleto de madera con postes de eucalipto como columnas, vigas de encadenado y cabios de techos, configurando una respuesta flexible y dúctil en relación con las normativas de sismorresistencia.
Para levantar las paredes se utilizó la técnica de “quincha”. La quincha, es un sistema constructivo tradicional de Sudamérica y Panamá que consiste fundamentalmente en un entramado de madera o caña relleno con una mezcla de arcilla y pasto coirón que se utiliza como masa de las envolventes.
Los techos se realizaron con el método de “cubierta invertida”, con pendientes de entre el 10 y 15%, usando geomembrana como aislante hidrófugo y luego la terminación de piedra de río. Éstas cubiertas tienen buenas prestaciones ante lluvias o nevadas, así como también ante los fuertes vientos, ya que son pesadas comparativamente a otras opciones similares.
Su superficie es rugosa por lo que no genera succión y fundamentalmente implican bajo mantenimiento. Respecto de las aguas residuales, fueron diferenciadas en grises y negras, y tratadas por filtros de áridos y fitodepuración.
“Por los requerimientos de rigidización de la estructura esqueleto, que restringía los grandes ventanales para tener mas luz solar, es que surgieron tantas ventanas pequeñas a modo de múltiples ojos por los que ingresa luz y calor, y aporta personalidad a la propuesta” dicen los arquitectos.
La terminación de las paredes de la casa emerge del mismo medio, solo transformando su forma y función. La terminación es de revoques gruesos de arcilla y arena y el revoque fino en base a arcilla, cal, estiércol de vaca y arena fina.