Australianos crean colmena que permite extraer miel solo con abrir una canilla y sin molestar a las abejas
Las abejas han sido consideradas el ser vivo más importante del planeta, lo que hace que genere bastante curiosidad a su alrededor.
De hecho, la apicultura es un mundo fascinante, que ayuda a conocer la belleza del mundo de las abejas. Estos pequeños seres a menudo presentados como malvados por sus picaduras, son criaturas maravillosas que trabajan incansablemente en una ordenada jerarquía social para producir elementos milagrosos: la jalea real, el polen y la miel.
La sociedad entendió rápidamente el potencial enorme de estos ingredientes. De allí que se haya desarrollado el arte de criar las abejas para obtener sus productos. Siempre se ha buscado tratar de no alterar el equilibrio de las abejas, de no causarles excesivo estrés y respetar su mundo natural.
Si bien las técnicas modernas permiten efectuar estas operaciones con toda seguridad, tanto para el hombre como para los insectos, siempre se puede ir un paso más allá y mejorar los procesos.
Cumpliendo ese propósito nació Flow Hive, un sistema de extracción de miel que revoluciona la tradición de la apicultura.
¿Cómo nació Flow Hive?
En diciembre del 2014 fue registrado un diseño de colmena que hacía posible extraer y envasar la miel de la colmena sin abrirla. Va directamente al tarro, como dicen sus creadores y reduciendo el estrés de las abejas, la inversión en equipo para la extracción de la miel y casi seguro las picaduras de abejas, esto hace que la miel tenga un sabor mucho más dulce.
Para 2015, Cedar y Stuart Anderson (hijo y padre), lanzaron una campaña de crowdfunding que logró recaudar un 17380% más de lo solicitado y hoy ya suministran a Norteamérica, Europa y Australia, y hasta tienen ya competencia en Asia y Europa que fabrica algo parecido a mitad de precio.
El funcionamiento de este invento innovador.
Es conocido que las colmenas tradicionales se constituyen por dos partes la primera es el nido en donde residen las abejas junto a la reina y la segunda el melario, que tiene la función de guardar la miel. Flow Hive reemplaza esta segunda parte de la colmena con una tela de última generación (las abejas no son capaces de reconocer ninguna diferencia) dotada de un mecanismo estudiado de los australianos Stuart y Cedar Anderson, apicultores con décadas de experiencia.
En el exterior de la estructura hay una palanca que se debe girar en el momento que se desee extraer la miel presente en la colmena. En ese momento, la trama de la tela cambia de forma. Pasa del hexagonal a distintos segmentos dispuestos en zigzag. La miel, al no tener ningún soporte, transcurre hacia abajo siguiendo los surcos creados por la tela.
Basta solo esperar que la gravedad haga su deber, transportando hacia abajo todo el contenido de la colmena. En él entre tiempo las abejas continúan sin ser molestadas del propio trabajo.
Con un solo telar tecnológico es posible juntar 3 kg de miel, pudiéndolo extraer con toda comodidad.