Esta familia lleva 12 años viviendo fuera de la red en una finca sostenible
Muchas veces hemos querido alejarnos de la ciudad, irnos al campo, tener una casita y olvidarnos de todo el ajetreo cotidiano. Y, casi siempre, todo eso termina solo en un deseo.
Pero el caso de la pareja conformada por Bryce y Misty es diferente. Ellos se animaron a abandonar la gran ciudad gris, con asfalto por todos lados para comenzar la aventura emocionante de vivir su vida de una manera diferente, rodeados de la naturaleza y fuera de la red tradicional en la que la mayor parte de la población se encuentra envuelta.
Aunque no tenían ningún conocimiento previo, desde hace 12 están viviendo la experiencia de sus vidas, han logrado construir una granja propia y una casa que está hecha de adobe y que construyeron con sus propias manos. Además, tienen dos hijas a las cuales educan desde casa.
¿Cómo nació este sueño y se hizo realidad?
Todo comenzó el día que esta pareja decidió que querían conformar un hogar juntos. Pero, la pareja se negó completamente a caer en la red y tener que pagar una hipoteca para poder lograr su sueño. Entonces tomaron otro rumbo, y se embarcaron en la aventura de construir su propia casa. Fue así como salieron de la ciudad y comenzaron a construir una casa con sus propias manos.
Ya desde 2009 viven en esta granja que han ido construyendo poco a poco. Al principio solo eran ellos dos, pero luego se les unieron sus dos hijas de 6 y 3 años y medio.
La casa está hecha principalmente de adobe, la cual es una mezcla de arcilla, arena y paja. La mayoría de los componentes estructurales que sostienen el techo son madera del edificio original.
Y, aunque no ha sido fácil adaptarse a este estilo de vida renunciando a muchas comodidades que ofrece la ciudad, la realidad es que ganas mucho en libertad, en calidad de vida y en apreciar las bondades que la naturaleza tiene para ofrecer.
La resiliencia de donde proviene todo el sistema.
“Creo que la producción de alimentos es uno de los aspectos más importantes de nuestro estilo de vida. La permacultura definitivamente se basa en la sostenibilidad, pero tener un bosque de alimentos produce una magnífica abundancia. Creo que de ahí proviene la verdadera resiliencia de este sistema que hemos construido” indica Bryce, una de las dos partes que conforma a esta pareja.
En este bosque cultivan verduras y frutas. Se abastecen además para todo el año y fabrican sus propias conservas para el invierno. También cuentan con algo de ganado para alimentación, como una vaca y un toro para la leche, patos y gallinas para la producción de huevos y abejas para la miel.
Han hecho de los bosques su mejor aliado, el cual los abastece de leña, frutos del bosque y otros frutos de otoño como las castañas, avellanas y bellotas. Cuentan con paneles solares que les alcanza para cubrir la mayor parte del gasto energético.
Viven sin auto propio, pero utilizan los taxis y las bicicletas para desplazarse. Además, la sociedad se ha vuelto más cooperativa entre las entregas y todo lo que necesitan puede llegar a ellos a través de los servicios de delivery a un costo justo.
Sin duda, vivir en la naturaleza trae grandes beneficios para la salud y hay muchos estudios que lo demuestran. Por lo que a esta familia le espera una larga y saludable vida por delante, mientras continúan engrandeciendo el sistema que ellos mismos han construido.