Holanda convierte 316 paradas de autobús en refugios para abejas
Utrecht, está en busca de una solución para ayudar al medio ambiente desde un entorno urbano. ¿Su idea? Transformar más de 300 paradas de autobús en estaciones ecológicas. Así, esta ciudad medieval se ha convertido en un ejemplo inspirador para el resto del mundo.
Utrecht es la cuarta ciudad más grande de los Países Bajos y ha equipado sus 316 paradas de autobús con techos cubiertos de suculentas, iluminación LED y asientos de bambú. Mientras que otras 96 paradas han sido revestidas con paneles solares en su lugar.
Estos techos verdes no solo apoyan la biodiversidad de la ciudad al crear un nuevo refugio para diferentes tipos de abejas, sino que también almacenan agua de lluvia, ayudan a regular la temperatura y a capturar finas partículas de polvo.
Los techos verdes están compuestos principalmente por suculentas, que son las favoritas entre los polinizadores y requieren muy poca agua para sobrevivir, por lo tanto poco mantenimiento. El proyecto, más allá del plus estético que le añade a ese mobiliario urbano, apunta a aumentar la población de abejas y a mejorar la calidad del aire que respiran los ciudadanos de Utrecht.
Ademas, mediante estos techos también se ayuda a reducir la contaminación acústica y a reducir el estrés de la gente.
La idea parte de una necesidad de mejorar las condiciones de vida y salud de los vecinos utilizando al máximo el espacio público, concienciando y además, ayudando a la naturaleza, creando un espacio bee-friendly (Amigable con las abejas).
Las abejas se sienten atraídas por las plantas y flores en el techo, no por las personas sentadas debajo del techo. Las abejas no son agresivas en absoluto. A menudo se confunden con las avispas agresivas, pero realmente no hay necesidad de temer a estas abejas ocupadas en estos techos verdes de las paradas de autobús.
Según las estadísticas, 358 especies de abejas viven en los Países Bajos, pero más de la mitad de ellas forman parte de la lista roja holandesa, un catálogo que incluye especies en peligro de extinción.
Las paradas de autobuses verdes son solo una de las medidas que Utrecht ha adoptado para combatir los efectos del cambio climático. Esta ciudad también se ha comprometido a tener un sistema de transporte público libre de emisiones de carbono para el 2028, y el primer paso fue introducir 55 autobuses eléctricos a fines de 2019.
La electricidad utilizada por Utrecht proviene de molinos de viento holandeses. La región también ha invertido en la reparación de ciclovías.
Las medidas que están tomando han sido bien recibidas por los habitantes de la ciudad y estas deberían ser un ejemplo para otros centros urbanos que buscan innovar pese a sus limitaciones arquitectónicas. La ciudad también espera que los habitantes y las instituciones privadas se involucren en la ejecución de estos cambios. Para lograrlo, la ciudad planea proporcionar fondos a aquellos que deseen transformar sus techos en techos verdes, lo que ampliará las opciones para las abejas de la ciudad.