La famosa historia del economista que decidió vivir sin dinero
Estamos en una época donde abunda el consumismo, y vivimos acostumbrados a utilizar dinero todos los días para pagar por lo que consideramos que es necesario para sobrevivir. Pero, la realidad es que este estilo de vida, al que la mayor parte del planeta está acostumbrado, no es el único posible.
Mahatma Gandhi una vez dijo «sé el cambio que quieres ver en el mundo». Y Mark Boyle se lo tomó muy en serio. Para combatir el consumismo y sus impactos negativos, el economista irlandés renunció a su trabajo en 2008 y asegura que nunca ha sido más feliz.
“Si alguien me hubiera dicho hace 7 años que es posible que un ejecutivo, formado en economía, pueda vivir sin dinero, nunca lo creería”, dice. «Como muchas personas, mis planes eran tener un buen trabajo, ganar dinero y comprar todo lo que nuestra sociedad puede ofrecer y que a menudo establece el estándar para el éxito».
Una rutina sin dinero, sin salario, tarjetas ni cuentas bancarias.
Esa es la vida a la que se acostumbró Boyle. Una idea muy radical pero que se convirtió en su realidad y en un manifiesto de vida que se encargó de defender.
Mark Boyle era un ejecutivo licenciado en ciencias económicas, gerente de una empresa de comida orgánica, con un gran flujo de dinero. Pero siempre pensaba como podía hacer un cambio que impactara, identificando a la indiferencia como el peor mal que existe en la sociedad. Y para él, el dinero y el consumismo eran los principales causantes de ese efecto de insensibilidad.
“Es totalmente absurdo querer un crecimiento infinito en un planeta finito”. Dijo. Desde hace 8 años vive sin dinero, pero no es pobre y es más feliz. «Irónicamente, son los años más felices de mi vida. Tengo más amigos que nunca, no me he enfermado y nunca he estado más en forma físicamente. Encontré en la amistad y no en el dinero, la verdadera seguridad. Ahora estoy seguro que la mayoría de la pobreza es espiritual, y que la independencia es realmente interdependencia»
Sus primeros pasos para vivir sin dinero.
Mark dice que el primer paso fue hacer una lista con todo lo que necesitaba para su nueva vida. “Me encanta comer y eso era una prioridad. Hay cuatro formas de conseguir comida sin dinero: comer lo que ofrece la naturaleza, cultivar tu propia comida, comerciar o comer lo que otros desperdiciarían”, enseña.
Para la vivienda se ofreció como voluntario en un rango orgánico, ayudando a que el lugar sea autosuficiente. Para cuidar su higiene se baña en un rio y usa periódicos viejos como papel higiénico. Utiliza bicicleta y largos paseos en lugar de un automóvil y para mantener su habitación caliente, quema madera en un barril de metal.
Ahora es mundialmente conocido como «Moneyless Man» (El hombre que vive sin dinero). Su causa ha sido traducida a varios idiomas y ha vendido más de 75mil copias en 17 países. Su blog personal dio vida al libro «The Moneyless Man: A Year of Freeconomic Living», un documental de su primer año de vida prescindiendo del capital, con especial énfasis en el capítulo alimentario.
Muy cercano a la Agroecologìa y al uso de las energìas alternativas