Mujer indígena gana “Nobel ambiental” por defender el Amazonas de la extracción petrolera
La ecuatoriana Nemonte Nenquimo, líder de la nación indígena waorani, es una de las ganadoras este año del prestigioso Premio Medioambiental Goldman, por su contribución a la defensa de la naturaleza y los derechos ancestrales.
«Nenquimo dirigió una campaña indígena y una acción legal que condujo a una sentencia judicial para proteger 202.342 hectáreas de bosque amazónico y territorio waorani del extractivismo petrolero», dice la organización en su página de internet.
El liderazgo de la ecuatoriana y la demanda sentaron un precedente legal para los derechos indígenas en Ecuador, y otras tribus están siguiendo sus pasos para proteger extensiones adicionales de selva tropical de la extracción de petróleo.
Desforestación y extractivismo
Desde hace décadas, la exploración petrolera, la tala y la construccion de carreteras ha tenido un impacto brutal sobre las selvas tropicales de Ecuador, que en la actualidad cubren menos del 15% de la masa terrestre del país. Las industrias extractivas han impulsado cada vez más la deforestación, los abusos de los derechos humanos, las crisis de salud pública y los impactos negativos en los territorios y culturas de los pueblos indígenas. Durante décadas, las compañías petroleras han arrojado desechos a los ríos locales y han contaminado tierras, mientras desplazan a los pueblos indígenas de sus propias tierras.
En 2018, el Ministro de Hidrocarburos de Ecuador declaró una subasta de 16 nuevas concesiones petroleras, que cubren siete millones de acres de bosque primario del Amazonas, en un esfuerzo por atraer inversiones de compañías petroleras multinacionales, incluidas Exxon y Shell.
Guardiana del Amazonas
Nemonte Nenquimo no pidió ser una celebridad, ni hacerse amiga del ganador del Oscar Leonardo DiCaprio, ni ser nombrada por la revista Time como una de las personas más influyentes del mundo.
Lo que quería la activista por los derechos indígenas era que su hija de cuatro años viviera en paz, rodeada de la riqueza de la selva amazónica, en sus tierras ancestrales en lo más profundo de Ecuador.
“Crecí rodeada de los cantos de las sabias mujeres de mi comunidad que decían que el bosque verde que vemos hoy está ahí porque nuestros antepasados lo protegieron”, dijo Nenquimo, integrante de la comunidad indígena Waorani, quien dice ser de “ sangre de guerrero «.
Utilizar estrategias antiguas y nuevas para preservar la tierra y la vida
Luego de que el gobierno ecuatoriano declarará las subastas de tierras, Nenquimo asumió un papel de liderazgo en el territorio y comenzó a organizar las comunidades Waorani. Realizó de esta manera, asambleas regionales y entrevistas con líderes de la aldea, ayudó a su gente a lanzar una campaña digital dirigida a inversores potenciales con el lema “Nuestra selva tropical no está a la venta” y encabezó una petición a la industria petrolera y al gobierno ecuatoriano que fue firmada por 378.000 personas de alrededor del mundo.
Al mismo tiempo, la líder ecuatoriana, ayudó de manera proactiva a las comunidades a mantener su independencia de las donaciones de las compañías petroleras instalando sistemas de recolección de agua de lluvia y paneles solares y apoyando un negocio de producción de chocolate y cacao orgánico dirigido por mujeres. Nenquimo, jugó un papel clave en un proyecto de mapeo comunitario que trazó más de 500,000 acres de territorio Waorani, que abarca 16 comunidades.
Además, Nenquimo ayudó a llevar el caso Waorani a los tribunales y fue el principal demandante en una demanda contra el gobierno ecuatoriano por violar el derecho de los Waorani al consentimiento libre, previo e informado y en abril de 2019, llegó el fallo a favor para los waorani. El liderazgo de Nenquimo ayudó a proteger 202.342 hectáreas de selva amazónica y territorio indígena de la extracción de petróleo.
El premio y la victoria de Nenquimo sientan un precedente legal para los derechos indígenas en Ecuador, impulsando a otras tribus a seguir el ejemplo de su pueblo.