Tazas biodegradables hechas a partir de calabazas
HYO-CUP es una taza prototipo única hecha de una calabaza que se cultiva dentro de un molde impreso en 3D. El molde impreso 3D es clave para el diseño de estas tazas sostenibles, ya que permite que la calabaza crezca en una forma uniforme y predecible, lo que permite un mejor almacenamiento y envío.
«Las tazas y los envases para llevar son la norma en la vida cotidiana, pero producen una enorme cantidad de residuos, que terminan en los vertederos y contaminan nuestros ríos y paisajes», explica Jun Aizaki. » ¿Qué pasaría si la naturaleza pudiera proporcionar una solución a este problema global?»
Las calabazas son plantas de rápido crecimiento que dan frutos robustos cada temporada. Una vez secas, la piel exterior fuerte de las calabazas y la pulpa interior fibrosa se vuelven impermeables, por lo que estos cultivos se han utilizado durante siglos en todo el mundo como recipientes decorativos o funcionales.
«Podemos cultivar calabazas en formas funcionales personalizables, como tazas y frascos que se pueden convertir en abono en lugar de llenar los vertederos como la alternativa plástica», dijo el estudio de diseño.
Por ahora, el proceso de fabricación todavía está lejos de ser eficiente y generalmente, toman de cinco a seis meses para crecer. Sin embargo, Aizaki espera que algún día sean el futuro para las cafeterías y los restaurantes de comida rápida.
El equipo pensó en materiales potenciales que se podrían usar para contener líquidos, como pasta dura o algún tipo de papel de arroz. Pero la calabaza tenía un historial: los contenedores de calabaza se pueden encontrar en todo el mundo, incluidos Asia, América del Sur y África. “Sabía que las calabazas se usaban tradicionalmente en muchas culturas como recipiente”, dice Aizaki. «En la cultura china, las calabazas se cultivaban para contener alcohol».