Guía ilustrada para hacer todo tipo de acodos en la agricultura: mugrones, terrestres, aéreos, recalce…

El acodo es un manera artificial de creación de nuevos ejemplares vegetales. Consiste en favorecer la aparición de raíces, por medio de la humedad, del calor, de incisiones o ligaduras en las ramas acodadas, generando nuevos ejemplares de una planta. Ni que decir tiene, que estos nuevos ejemplares poseen similares rasgos genéticos que la planta progenitora.

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Enraizado

Para que las ramas acodadas enraícen más fácilmente es necesario que la detención de la savia sea lo más eficaz posible. Es una operación de acotadura que tiene como objetivo dirigir la savia a la parte de la rama o ramas que se deben enraizar. Debemos tener en cuenta que no hay un momento más adecuado que otro.

El momento idóneo para el acodo

Cada planta tiene su clima y época idónea para realizar el acodo. Basta con conocer el proceso de vida de la planta para identificar el momento en el que comienza a desarrollarse, que es después de la típica inactividad de la misma, antes de su renovación anual. Realizado el acodo en el momento oportuno la savia estará en movimiento y favorecerá la formación del muñón del que han de brotar las raíces. Los mejores resultados se obtienen si la tierra está provista de agua y sales minerales. Además necesitan dióxido de carbono y luz solar para realizar la fotosíntesis.

Acodo terrestre

Es el método más sencillo de acodadura. Consiste en amontonar una porción de tierra alrededor de la planta  formando convexidad a su alrededor, llamado también atetillar la planta. Una vez amontonada la tierra, la parte saliente debe cortarse a poca distancia de la misma con objeto de facilitar la formación de raíces en la planta. Por este método se obtendrán tantos vegetales nuevos como tallos se hayan introducido en la tierra. Y la planta madre seguirá retoñando nuevamente.

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Acodo en arco o mugrón

Los acodos en arco o mugrón se usan generalmente para reproducir plantas de diversas características cuya madera sea flexible. Se realizan abriendo un agujero en la tierra para enterrar la parte que queremos enraizar. Nos aseguraremos de que la parte enterrada permanezca bien sujeta al fondo del agujero donde vamos a hacer el acodo. Por supuesto, la tierra debe tener el alimento y la humedad correspondiente para facilitar la generación de raíces.

El acodo de sierpecilla, ondeado o serpenteado, solo se diferencia del anterior en que la rama acodada, en lugar de cortarse al salir de la tierra, se vuelve a encorvar sucesivamente y en varios hoyos practicados en la tierra, repitiendo esto tantas veces como lo permita su longitud. De esta manera, con un solo brote podremos obtener varias plantas.

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Acodo por corte y recalce

Una variante es el denominado acodo por corte y recalce. Esta técnica se emplea comúnmente para reproducir patrones a partir de una “planta madre”. Consiste básicamente en desmochar la planta a ras de suelo y, según van creciendo las diversas ramas, se va acumulando tierra sobre ellas, forzando la emisión de raíces. Cuando estas raíces están suficientemente desarrolladas, se vuelve a descalzar la planta, cortando cada una de las ramas, que son un patrón idéntico a la planta madre.​

Acodo por corte y recalce

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Hay tres maneras básicas de hacer un acodo o margullo.

1.- Enterrando una zona del tallo curvado de una rama de baja altura y que alcance el suelo. (acodo terrestre).
2.- Aporcando hasta soterrar zonas de ramas cercanas al piso. (acodo por aporque).
3.- Haciendo una envoltura llena de tierra a una zona de una rama. (acodo aéreo).

En la figura 3 se muestra un esquema donde puede apreciarse la  forma de cada uno de los tipos de acodo. Observe lo siguiente:

1.- En el acodo terrestre, se ha curvado una rama baja del árbol hasta ser enterrada en el suelo, dejando en el exterior el extremo con follaje.
2.- En el acodo por aporque se reúne tierra alrededor del tronco del árbol hasta cubrir parte de alguna rama baja.
3.- En el acodo aéreo se ha formado una bolsa atada en los extremos contra la rama y que contiene tierra en su interior.

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Cuestiones a tener en cuenta al hacer el acodo.

Aunque cada variedad de planta tiene sus propias particularidades y preferencias en cuanto a los detalles del acodo hay algunas cuestiones de tipo general que son convenientes al elaborarlo, estas son:

1.- En la mayoría de los acodos, en la zona que luego quedará soterrada es conveniente cortar y eliminar un anillo de la corteza de unos  15-20 mm de longitud para que quede al descubierto el cámbium que es la zona de donde se producen las raíces.

2.- En los acodos aéreos la tierra a utilizar para llenar la bolsa preferentemente debe ser un sustrato ligero y poroso pero que tenga buena retención de la humedad. El uso de tierra pesada y compacta puede hacer que al mojarse produzca lodos que pueden generar pudredumbre en la zona del acodo. Un buen sustrato debe dejar «respirar» al acodo.

3.- La envoltura del acodo aéreo que forma la bolsa, debe ser de plástico impermeable para evitar que se pierda rápidamente la humedad del sustrato interior. La utilización de plástico transparente permite ver si se han formado raíces de tiempo en tiempo.

4.- Cuando se usa plástico transparente puede ser útil cubrir el bolso con un material opaco para evitar la entrada de luz. El papel de aluminio es una buena opción porque además refleja la luz evitando el calentamiento excesivo del acodo por el sol.

5.- La etiolación previa de la zona a acodar o la planta completa, mejora notablemente la posibilidad futura de enraizamiento además de reducir el tiempo de espera para ello.

6.- En muchos casos la utilización de hormonas de enraizamiento (auxinas) aumenta el porcentaje de éxito en los acodos, no obstante, este elemento debe tratarse de forma puntual, ya que en algunas plantas, o no tiene efecto útil demostrado, o incluso puede ser perjudicial.

7.- Algunas personas recomiendan el uso de vitamina B1 para incentivar el crecimiento de las raíces, pero no hemos podido encontrar ningún estudio serio de sus ventajas para los acodos de árboles. Parece ser útil en su acción enraizante de orquídeas y bonsais.

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Otros factores de carácter general que pueden ser útiles a la hora de hacer un acodo son:

1.- La juventud del árbol. Generalmente las ramas de árboles jóvenes enraízan mejor que de árboles viejos.

2.- La juventud de la rama. En términos generales las ramas jóvenes con la madera aun no madura y en pleno crecimiento generan raíces con mas facilidad.

3.- Es muy común que los retoños nacidos del tronco principal (chupones o ladrones), cuando aun son jóvenes enraícen mejor que los de las ramas.

4.- El acodo debe hacerse en general en la época de crecimiento vegetativo del árbol y no cuando esté «durmiente» o en plena producción.

5.- El estrés hídrico (sequía) es un factor negativo en la generación de raíces en las ramas de los árboles.

Videos de acodos

Fuente: www.herramientasdejardineriaes.comwww.sabelotodo.org

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