Crean Bio-concreto que se auto-regenera por más de 200 años
El científico holandés Henk Jonkers, inventó junto a un equipo de investigadores de la Universidad Técnica de Delft, en los Países Bajos, el Bio-Concreto, es un material que literalmente está vivo y que puede regenerar el desgaste de las edificaciones.
«Nuestro concreto va a revolucionar la forma en que construimos, porque estamos inspirados por la naturaleza», señaló Jonkers. Pero más que inspirado en la naturaleza, el Bio-concreto está compuesto por ella.
Uno de los componentes principales son las bacterias, específicamente la Bacillus pseudofirmus que prosperan en ambientes alcalinos como el del concreto e incluso, pueden sobrevivir durante años sin alimento ni oxígeno.
Además de las bacterias, el Bio-concreto está compuesto por concreto tradicional y lactato de calcio, que funciona como alimento para que los bacilos produzcan piedra caliza, material que regenera las grietas.
«Lo increíble de estas bacterias es que forman esporas y pueden sobrevivir por más de 200 años en el edificio», explica Jonkers.
¿Como funciona el Bio-concreto?
Con el Bio-concreto si un edificio se agrieta, las bacterias que habitan en él quedan expuestas a diferentes elementos, entre ellos el agua. La humedad en estas fisuras provoca que estos bacilos se “despierten” y empiecen a comer el lactato de calcio, y como proceso de su digestión secretan piedra caliza. La restauración total de estas rajaduras puede tardar aproximadamente tres semanas.
Para hacer el Bio-concreto se colocan las bacterias y el lactato de calcio en cápsulas hechas con plástico biodegradable y se añaden las cápsulas a la mezcla húmeda de concreto. Cuando finalmente las grietas comienzan a formarse en el concreto, el agua entra y abre las cápsulas.
Las bacterias luego germinan, se multiplican y se alimentan del lactato, y al hacerlo combinan el calcio con iones de carbonato para formar calcita o piedra caliza, la cual cierra las grietas.
Jonkers dice, no hay límite para el largo de la grieta que nuestro material puede reparar. Desde centímetros a kilómetros. Sin embargo, sí hay un límite para el grosor de estas, ya que las fisuras no pueden pasar una amplitud mayor a ocho milímetros.
«Se está combinando la naturaleza con los materiales de construcción», dice Jonkers. «La naturaleza nos está suministrando mucha funcionalidad de forma gratuita. Si somos capaces de implementarla en los materiales, en realidad podemos beneficiarnos de ella, así que creo que este es un muy buen ejemplo de cómo unir los compuestos de la naturaleza y de la construcción en un nuevo concepto».